Dispone de un sistema electrónico altamente inteligente que mide la presión negativa antes y después del filtrado (medición de la presión diferencial). En cuanto la presión negativa cae por debajo del valor ajustado en fábrica, la limpieza del filtro por impulsos se conecta automáticamente y limpia ambos filtros uno tras otro en 3,5 segundos, sin interrumpir el trabajo. Incluso los polvos más finos y más difíciles de despegar, como el yeso, se pueden extraer fácilmente de los filtros.