En cualquier lugar en el que se deba hacer una mezcla rápida e intensiva, incluso de materiales resistentes y plásticos, las mezcladoras de doble husillo ofrecen los mejores resultados.

Muchos de los materiales que se deben mezclar son difíciles de mover durante la mezcla o son especialmente duros. Por ello, mezclar con una mezcladora de una sola paleta requiere más esfuerzo del habitual, tanto para el operario como para la propia máquina. Esto requiere energía y cansa a la persona que ejecuta la máquina. También puede ser una razón por la que el material ya no se mezcle de forma óptima y no se pueda procesar bien después.

El uso de un agitador con dos paletas, con el llamado «efecto de mezcla forzada», es de gran ayuda. Las dos paletas giran una contra la otra y tiran literalmente del material que se debe mezclar hacia ellas. En la zona de mezcla, las paletas de los dos agitadores manipulan con intensidad el material y producen una mezcla completa de los componentes individuales. Además, es mucho más rápida que cualquier otra herramienta.

Otra ventaja muy especial es que, gracias a las paletas que giran en sentido contrario, el material deja de tener un efecto de retardo sobre la máquina y, por tanto, sobre el operario. La máquina puede incluso mover materiales pesados, llenos de arena o grava, con poco esfuerzo. De forma predeterminada, el material se mezcla de abajo hacia arriba.

Este proceso de mezcla también es ideal para materiales de resina epoxi y otros materiales multicomponentes en los que es esencial realizar una mezcla completa. Con el efecto de mezcla forzada, los componentes de la resina y el endurecedor se mezclan en el menor tiempo posible y de forma especialmente minuciosa, lo que contribuye positivamente a mejorar la procesabilidad de los materiales.

Al procesar materiales líquidos, es posible intercambiar las dos paletas de la máquina y generar un efecto de mezcla de arriba a abajo. Esto evita, por ejemplo, que el material se salga de la cubeta mientras se mezcla.